jueves, 4 de julio de 2013

Un día en la playa

Un día en la playa dividido en pequeños "chapters"

Chapter guan, momento surfero.

  Cuando llegamos a la orilla había muchos surferos, chavales con sus bodys, sus tablas, sus melenas rizadas-rubio-oxigenadas ondeando al viento de la playa, sus camisetas y bañadores "oníl" y sus cuerpos esculpidos por por el cincel del gym dispuestos a surcar olas de unos veinte centímetros de altura...
  Yo llegaba mas lejos con la ola que ellos con sus tablas. Mi hija me decía: pero papá ¿que hacen? 
  El espectáculo era digno de estudiar; como ver la regata Copa América en una alberca de un cortijo andaluz.
  Sin embargo allí estaban, algunos sentados como en las pelis en sus tablas mirando el horizonte esperando LA OLA y otros comentando las andanzas de los que estaban metidos en faena.
  No hay nada como la pasión por una ola y unas chonis esperando alborotadas en la orilla a la llegada de su hawayano cani.

Chapter tu, momento "tia tas pasao"

  Venga a darle vueltas a la toalla, para que el ángulo de incidencia del sol en sus senos sea el adecuado. Para arriba, para abajo, pelo a la izquierda, a la derecha, flequillo pa un lao, flequillo pa otro....
  Entonces llega el indómito pepito piscinas reconvertido en macho playero que trae en sus lomos algo que parece que ha pescado en el agua. Pero me fijo y no, no es una morsa, es un especimen humano, que a la grupa de su jamelgo de la palmilla, profiere unos alaridos que parecen humanos por lo que descarto finalmente que sea un animal marino.
  La chati (así le dijo) descabalgó como una amazonas de un salto de su montura (u hombre de las cavernas) pegadita a la chica-croqueta de los pechos al sol. Desafortunadamente tropieza en un quiebro desafortunado del destino y cae cuan larga y pesada encima de su amiga.
  Ambas profieren alaridos de dolor indescriptibles y la chica de la toalla le dice: Jenny tia, tas pasao...

Chapter tri, momento "la fruta te la comes!!"

  Allí estaban. Habían desembarcado en la playa como en la playa de Omaha; sillas, neveras, bártulos, toallas de 3x3, flotadores, colchonetas, sombrillas, tumbonas, pelotas, red de voley, paletas, creo que les he visto hasta una tele de plasma a pilas.... 
  Tuve que apartar los pies para que no me ensartaran el palo de la sombrilla en el empeine.
  El despliegue no se hizo esperar. Todo estaba perfectamente calculado, en dos minutos tomaron veinte metros cuadrados de playa, se habían quedado en bañador y los niños ya saltaban en la orilla.
  A la hora de la merienda, sacan la sirena... lolaaaaaaaa, migueeee, jonatannnnnnn fuera de aguaaaaa!!!
  Allá que vienen resignados los soldados de infantería a comerse el bollicao y el batido de fresa.
  En un momento dao y gracias a un ardid de la matriarca, antes de derle el bollicao, le endosa una manzana al niño mas moreno que replica: 

-jooo yo quiero el bollicao, la manzana no me gustaaaaa...

 -"la fruta te la comes o de la ostia que te doy te sale el pelo en el pecho antes de tiempo.¨ 

Cristalina ella.

Chapter for, momento melillero.

Llegó el melillero. A las ocho en punto, inexorable, puntual como si fuera inglés.
Y minutos mas tarde sus olas.

  Diríase que pegaban tiros en la orillas. Los más avispados ya habíamos recogido de manera preventiva las toallas y esperabamos su llegada, pero siempre queda algún incrédulo que se resiste a la lógica de los años. A saber, ¡¡que la ola es mu grande coño!!!
  Una pareja de guiris que había venido, inocentes ellos, retozaban en la arena sin saber de LA OLA. 
  Madre del amor hermoso como quedaron. Zapatillas a tomar por culo, mujer, hombre, toalla, agua y arena juntos como en un todo rodando unos centímetros como croquetas. 
  La verdad es que cuando notó el agua en los pies, él se levantó rápido, pero al tener las piernas entrelazadas con la chica y al entrar ella en shock, hizo que apretara aún más las piernas en forma de tenaza y el efecto fue el de un muelle. Y en la bajada ya tenía también la toalla "reliá" entre las piernas, con lo que cayó sobre la chica y se unieron en un gran abrazo. Mas tierno, ainsss.


Nosotros recogimos las cosas y nos fuimos alegremente para casa. Ir a la playa, si se sabe mirar, es como entrar gratis en el cine o en el teatro.





1 comentario:

  1. muy bueno dani, lo lei y era como si hubiera estado tambien el la playa.

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